Contador de cronopios

Free Hit Counter

Thursday, May 02, 2024

Los cronopios nunca mueren

    
    Nada más conocerte me dijiste que te gustaba el ron y las películas de Kusturica. Venías de tus años locos en Madrid, tan alegre y llena de vida. Manhattan, Niágara, La invasión de los ladrones de cuerpos… vimos en la filmoteca montones de clásicos durante años, jugábamos al squash, nos regalábamos libros cada dos por tres y nos emocionábamos hablando de Limónov o Murakami. Cuando me maquetaste el mío me decías que aquel había sido nuestro bebé. En la plaza de la Croix Rousse en Lyon bailamos haciendo el tonto en un concierto de música gamberra. Luego apareció el cáncer, contra el que luchaste tanto tiempo con una entereza formidable. Te compré un vinilo con una frase de Pessoa que pegué en tu salón: Pedras no caminho? Eu guardo todas. Um dia vou construir um castelo. Te aficionaste a la comida sana, perdiste kilos y pelo, pero seguías siendo el culo más inquieto, capaz de recorrer el Loira en bicicleta con una bolsa intestinal o viajar a Chile. Parecía que nada podía contigo. Viviste veinticuatro años en cada siglo y pediste sedación el día de tu cumpleaños justo a la hora que naciste. Eso sí que es saber cerrar un ciclo. Es cierto que hoy el mundo es un poquito peor, pero todos esos que tuvimos la fortuna de pasar tiempo contigo te vamos a recordar siempre, porque los cronopios como tú nunca mueren.