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Friday, October 30, 2009

Sobre un infame policía local de Badajoz


Siempre he tenido en gran estima a las autoridades. Me ganaron cuando con doce años recorría con amigos once Km. a pie desde mi pueblo hasta una piscina, y la guardia civil, si nos veía, nos acercaba. Me ganaron cuando dos policías me encontraron tirado en la autopista a Madrid a las tres de la mañana con una rueda reventada, y me ayudaron a cambiarla. Me ganaron cuando pararon a uno de mis mejores amigos para ponerle una multa por exceso de velocidad y, al decirles éste que seguiría rápido por que quería ver a su padre agonizante, ellos, con las sirenas, lo escoltaron hasta su destino... Por eso creo que lo que me ha sucedido no es representativo de la policía local de Badajoz, y también creí que no se trataba de una bravuconada de un agente perverso, si no que simplemente aquel hombre había tenido un mal día. Adelanté, de forma prudente y sin vehículos en sentido opuesto, a la policía local, que iba a 20km/h, en la recta que está enfrente del seminario. Uno de los agentes gritó ¡este tío es tonto! y me hizo parar. Decidió ponerme una multa (4 puntos y 300 euros) con el argumento de que “jamás se puede adelantar en un cruce” (sic). Un poco más arriba, por la estación, es común ver circular a chavales de dos en dos en la moto, sin casco, haciendo caballitos... ¿y el agente me multa a mí por que lo adelanto? Los que me conocen dicen que soy la persona más prudente al volante que han visto, y no había tenido, en mis 16 años de carnet, ninguna multa. El hecho que demuestra que aquello no era un mal día del agente, si no que estaba ante un empecinado perverso, es su respuesta a mi reclamación, donde, al enterarse de que mi adelantamiento es legal, se inventa un coche en sentido contrario y una llamada por el móvil, y dice que “es absurdo citar sus insultos”. No lo hice para defenderme de la sanción, si no por que forman parte de lo sucedido y, dada la gravedad de un hecho tan inaceptable como es el abuso de autoridad, no me parece tan “absurdo” citarlos. Sé que estas líneas actuarán en perjuicio mío, pero sería incapaz de estar en paz conmigo mismo si no gritara ante las injusticias. Aunque lo único que me quede ante éstas sea patalear, yo voy a patalear todo lo fuerte que pueda.