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Wednesday, February 27, 2008

Malapanos no era tan estúpido cuando caminaba solo.


En la época de la 2ª guerra mundial, los ingleses dominaban la isla griega de Ítaca. Tenían que realizar una gran construcción, para lo cual necesitaban mano de obra. Como no la había, sacaron a los presos, pero como no había más presos, metieron en la cárcel a todo el que encontraban en una taberna, como al pescador de pulpos Malapanos. Después impusieron la ley seca prohibiendo todo tipo de alcohol. Tras su jornada laboral, Malapanos se iba al mar a por pulpos para regalar a los ingleses y ganarse cierto trato de favor. Desaparecía caminando solo por la playa. La gente comenzó a hacer bromas y reírse de él. Volvía a altas horas y tambaleándose después de una siesta. ¿Qué pasa con Malapanos que se va a la playa, se duerme y se despierta borracho todos los días? El oficial inglés, harto de intentar descifrar aquel misterio, lo interrogó seriamente prometiéndole que si le decía la verdad lo dejaría libre, y Melapanos lo llevó a la playa y le enseñó una barrica de vino que se había encontrado y tenía escondida. Eso sucedió a mediados de los años 30 y desde entonces hay un dicho popular que se repite con frecuencia en Ítaca: Malapanos no era tan estúpido cuando caminaba solo a la orilla del mar. Se emplea siempre que se refiere a alguien que pasa por tonto y no lo es en absoluto.

Historia resumida que aparece en El corazón de Ulises de Javier Reverte.