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Wednesday, April 04, 2012

El aprendiz




“Cuando el joven Kevin se dio cuenta de que su padre estaba envejeciendo, quiso aprender su oficio. Le pidió a su padre que le enseñara el arte de robar. El padre estaba muy contento. Llevó a su hijo a una casa.

Saltaron la verja de hierro, entraron en la casa y encontraron un gran baúl. El padre le dijo: métete dentro y no te preocupes por los peligros, coge solamente el vestido más elegante. Cuando hubo entrado en el baúl, el padre lo cerró, y se escapó saltando por una ventana. Luego golpeó en la puerta de la entrada. Los dueños se despertaron. El padre saltó la verja de hierro y se escapó.

Kevin estaba dentro del baúl, sin poder hacer ruido y maldiciendo a su padre. Pero tuvo una idea. Comenzó a hacer el ruido que suelen hacer los ratones en los desvanes. Cuando lo oyó, el propietario mandó al hijo que mirara en el baúl a ver si había ratones. Tan pronto como el hijo del dueño lo abrió, Kevin sopló la vela que éste llevaba en las manos. Así salió del baúl, en la más completa oscuridad.

Pero Kevin sabía que todos los de la casa comenzarían a buscarle. Miró por la ventana y vio abajo un pozo. Tiró una piedra. Los de la casa pensaron que era el ladrón que escapaba.

Él se escapó por otro lado y cuando Kevin llegó a casa, su padre estaba esperándolo. Lo encontró con un vaso en la mano, muy feliz. ¡Has aprendido el arte!, le dijo y le dio a Kevin otro vaso para brindar”.


Bilbao-New York-Bilbao. Kirmen Uribe.