Érase
una vez un grupo de miles de opositores extremeños que llevaba
cuatro años deambulando por la selva. Se entrenaban y trabajaban
duro con la esperanza de ser aceptados por una tribu. Un día se
encontraron con la señora Admón, jefa de una tribu, que les hizo
muchas promesas y les pidió que la acompañaran a un poblado, donde
también estaban un grupo de señores, llamados Sindicatos, que se
encargaban de defender sus derechos. Una vez allí, la señora Admón
les dijo que todos los opositores serían cocinados, pero que no se
preocuparan porque ellos mismos podrían, a través de los señores
Sindicatos, elegir la salsa con la que serían cocinados. El señor
PIDE eligió una deliciosa salsa boloñesa con un toque de pimienta,
el señor CSIF, una salsa tártara con un toque de comino... y así
sucesivamente, hasta que entre ellos se pusieron de acuerdo en una
salsa que era combinación de todas. Sólo el señor ANPE se negó a
elegir una salsa para los opositores. «No
lo entiendo, pero si somos tan generosos que os dejamos elegir la
salsa a vosotros», dijo la señora Admón a ANPE. Entonces uno de
los miles de opositores alzó la voz: «¡Es que nosotros no queremos
ser cocinados!». A lo que la señora Admón, enfadada, respondió:
«¡Ah, no! Que seréis cocinados está fuera de toda negociación,
es una imposición de la tribu, pero os dejaremos elegir la salsa.
¿Con qué salsa queréis ser cocinados?»
Saturday, December 27, 2014
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